miércoles, 24 de septiembre de 2008

DEFENSA DEL EBRIO QUE CAE EN EL BAR

Abran campo que ahí voy,
háganme un espacio
en el colchón del ridículo.
Estoy ebrio como un barco
y tengo derecho
a un lugar en ese lecho.
Será una caída limpia,
búrlense si quieren,
es asunto suyo.
Lo mío está en caer.
¡Al diablo con tanto cuidado de sí mismo!
Tanta mesura,
tanta compostura y corrección.
Veo otr s a mi alrededor pogueando,
intentan romperse a codazos
y eso no está mal visto.
Veo parejas de desconocid@s
fingiendo familiaridad,
ignorando la precariedad de los afectos.
¿Por qué tales conductas
no resultan censurables
y en cambio la mía sí?
¿Acaso porque prefiero hacérmela solo
y no a dúo o en coro?
Tod s estamos haciendo el ridículo
en este lugar, ¿cómo no notarlo?
Así que abran campo,
háganme un campo
en la blanda espuma del ridículo.

JOHN GALÁN CASANOVA

1 comentario:

Akeronte dijo...

Sumercé conoce a Jhon?
El mundo es un ínfimo pañuelo amarillento y manchado. Yo a ese hombre lo conozco de hace unos 15 años, pueden ser más la verdad. Pero hace mucho que no hablo con él. Cómo está?